La Red ITC, con el apoyo financiero de Lutheran World Relief, implementa el proyecto “Jóvenes en la Agroindustria: Asegurando el Empleo del Mañana”, vinculando a 110 jóvenes de Santa Bárbara y Ocotepeque para que puedan mejorar sus oportunidades de inserción a través del desarrollo de sus ideas de negocio o aplicándose, mediante un proceso de fortalecimiento de capacidades técnicas en base a la demanda del contexto del corredor seco del occidente de Honduras.

A través del proyecto se promueve la creación de empresas, como una oportunidad de inserción laboral a jóvenes vinculados al programa. Tal es el caso de la Asociación de Productores de Occidente (APROC), una empresa conformada por 6 jóvenes mujeres de los municipios de San Francisco del Valle y San Marcos, Ocotepeque.

La empresa actualmente interviene en dos rubros:

  1. Producción y comercialización de pollos de engorde. (200 pollos)
  2. Producción y comercialización de peces. (1,200 alevines)
Yosseline Maricela Erazo, miembro del equipo APROC

«Hicimos un estudio, nos dimos cuenta mediante el sondeo de producción y sondeo de mercado, que es muy rentable (el rubro) y que no se está cubriendo la demanda que se requiere», comenta Yosseline, una joven emprendedora de la APROC, sobre los inicios del emprendimiento.

Las jóvenes durante la generación de su emprendimiento, fortalecieron sus competencias en el desarrollo de planes de negocios, los cuales fueron presentados al comité de crédito de la Red ITC para ser sometidos a un análisis de técnico y financiero, con esto garantizar la sostenibilidad de la idea de negocio.

Yoseline manifiesta que es muy importante el desarrollo de estos procesos de emprendimiento porque la situación económica para los jóvenes del occidente de Honduras es muy difícil, no hay un trabajo por el cual puedan optar, por lo que decidirse por generar emprendimiento ayuda a los jóvenes obtener ganancias y mejorar sus oportunidades de acceso a recursos financieros.

A través del proyecto Jóvenes en la Agroindustria: Asegurando el Empleo del mañana, los jóvenes no solo fortalecen sus competencias agrícolas y no agrícolas, sino que llevan a un escenario práctico esos conocimientos con el desarrollo de sus emprendimientos y mejorar sus oportunidades de inserción laboral y acceso a recursos financieros.