Instituto Jacobo Orellana
En el mes de la patria en el día que llegan los pliegos de independencia de nuestra patria el 28 de septiembre, del año 1908 de una familia humilde nace un niño a quien le pusieron Jacobo. Hijo del secretario Municipal Perfecto Orellana y la señora Petrona Gómez, quien hace sus primeros años de educación primaria en la Escuela de Varones “Florencio Gámez”, su padre lo mando a estudiar su Ciclo Común en el Instituto “Santo Tomas de Aquino” en el Municipio de Camasca, Intibúca.
Posteriormente lo manda a estudiar magisterio a la Normal de Occidente de la Esperanza, Intibúca con grandes sacrificios por la escasez de recursos económicos, se ven en la dificultad de enviarlo al tercer y ultimo año, pero para fortuna de él en ese tiempo el profesor Jesús B. Membreño oriundo de la Aldea de Maiquira de este Municipio era diputado al Soberano Congreso Nacional y Ex Director del Instituto “Álvaro Contreras” en Santa Rosa de Copán, le apoyó con una beca para que culminara sus estudios en el Instituto “Álvaro Contreras” donde obtuvo el Titulo de Maestro de Educación Primaria.
Según los archivos que registra la historia fué el primer maestro que tenía en ese tiempo nuestro Municipio, laboró como maestro docente en el Municipio de Dolores Intibúca y Municipio de Piraera Lempira, como coordinador de las ternas examinadoras que se enviaban a diferentes escuelas, fue Director de la Escuela Urbana “Florencio Gámez” donde cuentan los que le conocieron, que se presentaba al aula con un saco negro, y fuera del aula con el saco encima de sus hombros. Mantenía grandes ideales sociales al grado que soñaba mirar al Municipio con agua potable donde no se conocía el tubo H. G. el poliducto ni el tubo de PVC. Contrató con un experto en cerámica de nombre Don Santiago en la Campa Egresado de la Escuela Bellas Artes.Para que le fabricara un tubo de arcilla molida de un metro de longitud y con una mezcla especial podía llevar el agua al casco urbano especialmente a la escuela. Como en ese tiempo era el que sabía todo en el Municipio, era estudioso de las plantas medicinales la gente lo consideraba como un médico naturista y médico odontólogo por que extraía dientes utilizando anestesia natural. Que se desconocía la planta que utilizaba.
Tenía conocimiento en Derecho, estudioso de las leyes, litigante, asesoraba a los Jueces de Paz en los diferentes juicios que se llevaban acabo. Gozaba del cariño y aprecio de la mayoría del pueblo, en el año 1950 fundó un Instituto que le puso por nombre Instituto “San Francisco de Asís” que funcionó por dos años, el colegio se canceló por falta de apoyo de la comunidad, y el profesor Jacobo lo atacó una enfermedad en las rodillas que lo dejó en silla de ruedas, enfermo atendió al pueblo pero falleció en el año de 1954.
Y és en el año de 1988, que nace la idea de gestionar la fundación de un colegio privado de un grupo de maestros que laboraban en la Escuela Urbana encabezados por el profesor Naún Gámez Cárcamo, profesor Felipe Alvarado, Máx. Alexis Ramos Gómez, Honorio Alvarado López, y Virgilio Ramos Díaz, estando de presidente José Ascona Hoyo: Director de Educación Media Lic. Eloy Guzmán, quien orientó los lineamientos a seguir y requisitos que había que llevar.
Se contaba con un patronato pro-mejoramiento y desarrollo comunal que poseía persona jurídica, siendo su presidente Don Daniel Ramos Alvarado. Al reunir los requisitos que exigía la Dirección de Educación Media se obtiene la resolución de fundación de un colegio, y en consenso de maestros y en honor al mérito se le pone el nombre de Instituto “Jacobo Orellana”, creado según acuerdo No. 02-87EP.89. Del Poder Ejecutivo de carácter Privado Rural Comunal inaugurando su primer día de clases el 20 de febrero de 1989. Siendo los primeros alumnos que iniciaron y finalizaron el ciclo común: Ángela Díaz Santiago, Bárbara Villanueva, Clemencia Díaz Santiago, Daniel Elmer Ramos Gómez, Francis Jakson Molina Molina, Genaro Villanueva Gómez, José Mercedes Gámez Cárcamo, José Noe Cárcamo, José Virgilio Molina, Ma Beisy Elia Díaz Villanueva, Maria Elvis Díaz Díaz, Maria Rachel Díaz Díaz, Misael Villanueva, Rigoberto Díaz Villanueva.
Con una resolución de la Dirección Departamental de Educación de Lempira los maestros que laboran en la escuela Urbana “Florencio Gámez” trabajaran una sola jornada en horas de la mañana y por la tarde impartir las clases en el colegio, que en su primer aula de clase fué en un edificio del convento de la iglesia católica que no reunía las condiciones pedagógicas,y con grandes sacrificios económicos, porque la mensualidad de los estudiantes era de 15 lempiras cuota que no alcanzaba a solventar las necesidades de la institución esta modalidad cambia hasta que el Congreso Nacional emite el decreto de oficialización No. 206-93 y a partir del primero de febrero de 1994 le asignan presupuesto como un colegio oficial.
El grupo de maestros siguió gestionando con el fin de adquirir fondos para la institución, recibiendo un subsidio de casa presidencial de L. 10,000.00 y ocho mil lempiras del consejo nacional de la juventud en 1996 el FHIS construye seis aulas siendo presidente don Carlos Roberto Reina y Ministro del FHIS el Actual presidente Manuel Zelaya Rosales y director de proyectos Ing. Cesar Salgado ahora Ministro del FHIS. En los años de 1996 y 1997 después de unos estudios que realiza el proyecto Lempira Sur que patrocinaba la FAO y concientizar a los maestros, alumnos y padres de familia, se propone a la Secretaria de Educación que era necesario la creación de una carrera que ayudara a solventar las necesidades de la zona sur de Lempira y a través del acuerdo numero 1595-SE 98 se transformó en un Instituto Técnico Comunitario “Jacobo Orellana” con un Bachillerato en Ciencias Agropecuarias en el año de 1999 sale la primera promoción de Bachilleres en Ciencias Agropecuarias de 15 nuevos profesionales. En el mes de diciembre del 2,006 por Gestiones del Lic. Reinaldo Díaz, profesor Máx. Alexis Ramos y P.M.C.P Virgilio Ramos Díaz y con el apoyo de los Honorables Diputados Lic. Erick Mauricio Rodrigues quien presentó la moción ante el Congreso Nacional para que se lograra la creación de una nueva carrera profesional del Bachillerato en Ciencias y Letras y Técnico en Computación, la cual empezó a funcionar en el presente año lectivo 2,007 con una matricula inicial de 20 estudiantes.
Cabe señalar que en este último caso se han encontrado una serie de dificultades como ser: la falta de estructuras presupuestarias de las clases de un laboratorio de Computación que reúna las Condiciones Técnico Pedagógicas y otras, las que se han ido superando paulatinamente, además debemos apuntar la valiosa colaboración de los profesores Honorio Alvarado López, Máx. Alexis Ramos y Reinaldo Díaz que concientes de su misión como docentes sirvieron ad honorem algunas asignaturas.